No bromeamos: pronto ya no necesitarás recurrir al perfume ni las toallitas higiénicas de manzanilla, ya que los investigadores están haciendo un enorme avance en cuanto a olores del cuerpo -y mucho más-, gracias a la manipulación de los probióticos.
Sí, hablamos de esos microorganismos que vienen en algunos yogures y quesos y que normalmente utilizamos para equilibrar nuestra flora intestinal cuando andamos mal del estómago.
“Si una compañía dice querer ‘hackear’ la microflora del cuerpo para lograr que luche contra el SIDA, es impresionante. Pero es una declaración muy loca, ¿no?”, dijo Gilad Gome a la revista norteamericana Vice.
Y luego continuó: “¿Pero qué tal si solo dices que quieres modificar tu cuerpo para hacer que tu vagina huela mejor? Tendrás menos problemas regulatorios”, afirmó entre bromas este director de la nueva compañía mirOculus, explicando así su proyecto.
Su empresa, ubicada en el Silicon Valley de Estados Unidos, se especializa en personalizar microbióticos. El cuerpo humano está lleno de estos: son miles de bacterias y microorganismos que habitan en nuestros órganos internos y sin los cuales no vivimos.
La idea original es alterar su ADN para que algún día podamos combatir la intolerancia a la lactosa o ayudar a los celíacos a digerir los alimentos que los enferman. E incluso, combatir el temido VIH.
Pero “hackear” estos microorganismos también puede tener consecuencias… aunque son unas muy buenas. Según este emprendedor, podría lograr que defecaras sin dejar olor o con un aroma personalizado. Incluso, se está trabajando en manipular los lactobacillus para introducir “sabores placenteros” en tu vagina, tales como Coca-Cola o quizá hacerla oler como rosas.
“Además, las mujeres podrán protegerse de infecciones y patógenos tomando estos probióticos”, sentenció Gome.
Habrá que esperar unos años para saber si su idea resultará o no, pero claramente tendría muchos usos en la medicina… y también en actividades más mundanas.