Natalia Rodríguez, más conocida como Arenita tras su paso por Yingo, está en la recta final de su embarazo a la espera de conocer a su futura hija.

La influencer ha dado a conocer mediante sus redes sociales que está feliz con su proceso de gestación. Sin embargo, no todo ha sido color de rosa.

Así lo dio a conocer en su Instagram, compartiendo un video con la transformación que ha sufrido su cuerpo en el embarazo.

“Estrías, oscurecimiento de axilas, celulitis, retención de líquidos en cara, piernas y pies, y manchas oscuras en el pecho”, fueron algunos de los cambios que enumeró.

A pesar de lo anterior, Arenita está contenta y en la dulce espera de conocer a su primogénita. En el mismo video, detalló que está orgullosa de ser mujer.

“Son tantos los cambios que nuestro cuerpo sufre al traer una vida al mundo. Por eso la maternidad debería ser deseada o simplemente no ser”, partió escribiendo.

“Nuestro cuerpo sabe crear vida y por eso deberíamos sentirnos fuertes, empoderadas y estar muy orgullosas de ser mujeres, porque nadie más que nosotras puede hacerlo”, agregó.

“Finalmente, envió un mensaje a las mujeres que están embarazadas: “Abraza tus defectos, tus cambios y tu sacrificio. Ya no eres la misma que ayer, eres diferente, eres simplemente una mejor versión de ti”, cerró.

Natalia Arenita Rodríguez y decisión de no perforar orejas de su hija

Fiel a su estilo, la ex Yingo siempre responde los comentarios de sus seguidores, sean buenos o malos.

Esta vez no fue la excepción al responderle a una usuaria que le preguntó si le perforará las orejas a su hija.

“Me llegaron muchas preguntas de por qué no le pondré aros a mi hija. De partida, ponerle aros a las niñas al nacer no es una práctica que se haga aquí en Dinamarca”, partió comentando en su Instagram la exintegrante de Yingo.

La influencer explicó que “aquí eso no se hace”. Asimismo, añadió que “es una imposición estética injusta para una bebé que recién viene al mundo. ¿Por qué tengo que ser yo la que la marque? Los bebés ya son hermosos como vienen al mundo y son suficientes, no necesitan objetos externos para mostrar ‘belleza’”, cerró.