Las clásicas bromas como que con “2 piscolas” todo mejora, tienen una explicación científica. La clave estaría en un proceso que ocurre a nivel cerebral cuando estamos bebiendo alcohol.
La revista masculina Men’s Health lo explicó en 5 razones que te enumeramos a continuación:
1. Cuando bebemos cerveza u otra bebida de aquellas, las moléculas del alcohol pasan de la garganta hacia el estómago, ingresando al duodeno, puerta de entrada hacia al intestino delgado que es el que absorbe el licor.
2. Al entrar en contacto con nuestro torrente sanguíneo, este se relaciona con el cerebro, lo que genera que bajen los niveles de colina, sustancia química que participa de la transmisión de señales alrededor del cerebro.
3. La supresión de la actividad en la corteza frontal del cerebro, causa que nos atrevamos a tomar más riesgos, aumentando la dopamina, que es el neurotransmisor relacionado al placer y el deseo, en otras palabras, “se nos calienta la boca” y comenzamos a beber desinhibidamente.
4. Al estar en estado, el alcohol afecta al lóbulo occipital, zona cerebral que nos permite interpretar lo que nuestros ojos ven. Eso explica la visión borrosa o la difícil concentración que obtenemos al querer observar un objetivo en particular, por lo que si lo llevamos al tema que nos compete, esta situación intervendría directamente en el cómo evaluamos el atractivo de una persona.
5. Tras todos estos procesos químicos claramente nuestra capacidad para ver la realidad se ve reducida, puesto que el cerebro olvida los parámetros de la atracción, pues se encuentra lleno de dopamina, lo que provoca que estemos más enfocados en cumplir nuestro deseo sexual que en analizar lo atractiva de esa persona.