No saber alisar el cabello de manera correcta, podría llevarte a lucir una melena de espantapájaros. Si no quieres terminar así, atenta a esta nota.
Es nuestra mejor aliada en cada mañana húmeda y cada acontecimiento que amerite lucir perfecta: la plancha del pelo. Las hay de todos los tamaños, colores y materiales y es común verla colgando de cualquier pared de baño. Pero a pesar de lo difundida que está, ¿sabemos utilizar bien este accesorio? La realidad es que muchas veces caemos en errores básicos, pero que son completamente evitables, como explican en el sitio de El País especializado en belleza y estilo, Smoda.
1) No tienes idea cuál comprar
Vas a una tienda del retail a buscar una plancha y te ponen veinte modelos sobre una vitrina. Más encima, todas tienen nombres y características tan extrañas, que hacen parecer que te vas a disparar un rayo láser sobre la cabeza. La recomendación general es: ni muy barata ni muy cara. Los mejores materiales son el titanio y la cerámica. Si encuentras una plancha con calor iónico mejor, porque se temperan rápido y así no necesitas repasar tanto tu pelo.
2) No sabes qué tamaño te conviene
Si tienes demasiado cabello o éste es complicado de alisar, se recomienda un plancha de paleta ancha; en cambio, si el pelo no da demasiado problema y te interesa hacerte ondas de vez en cuando, necesitarás una de tamaño estándar.
3) No proteges tu cabello
Junto con la compra de la plancha, tiene que ir un básico: el protector térmico. Da lo mismo si te compras los los mejores champúes y acondicionadores, porque si te alisas sin utilizar éste, va a terminar igual de maltratado.
4) Le subes toda la temperatura
¿Subes tu plancha al máximo? La temperatura mínima es necesaria para el pelo fino, dañado o teñido; temperaturas intermedias (alrededor de los 180 grados) es para cabello sano y sin tinturar. Utiliza las temperaturas máximas sólo si tu pelo es grueso, rebelde y está sano.
5) La utilizas con el pelo mojado
Ese siseo terrible, que escuchas cada vez que pasas la plancha por tu cabello recién lavado, no es una buena señal: prácticamente estás haciendo un asado con tu keratina. Es mucho mejor pasar el secador antes, porque éste no entra en contacto directo con el pelo y así te ahorras un montón de daño.
6) No conoces la posición correcta
La manera correcta es pasarla “de una”, sin paradas. También necesitas desenredar tu cabello antes de hacerlo o los nudos te molestarán. Para conseguir un liso con movimiento y natural, prueba con curvas laterales que acompañen la caída del cabello.
7) Repasas el mismo punto una y otra vez
En tu afán por dejarlo liso como papel, te pasas la plancha repetidas veces por el mismo sector. Pero lo único que lograrás con eso es quemar y resecar tu cabello, al exponerlo a un exceso de calor, así que intenta evitarlo.