Wang Liansheng se ganó el título del padre más cool de la historia. Y no es para menos: si le construyó un Transformer de tamaño real a su hijo pequeño.
El soldador de astillero chino contó a la revista South China Morning Post que todo empezó en julio del 2014, cuando llevó a su hijo al cine a ver la película Transformers: La era de extinción, donde su hijo quedó fascinado con los robots gigantes, que decidió crear uno.
Wang explicó que como padre no podía prometer algo a su hijo y después no cumplirlo. Además, el astillero explicó que por su trabajo tenía las habilidades necesarias para construir el juguete a tamaño escala.
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Liansheng recorrió y busco en los depósitos de basura de su ciudad, y poco a poco, el proyecto fue creciendo hasta llegar a ser valorado mucho más caro que cualquier juguete de marcas famosas como Hasbro.
Cuando la replica amarilla estuvo lista, ya costaba unos 20.000 euros (15 millones de pesos chilenos) y alcanzaba los 20 metros de alto. Según Wang, “Todo habría valido la pena por el hecho de haber llenado a mi hijo de orgullo y felicidad”, declaró a la revista china.
