Mientras en Chile los animales abandonados abundan en las calles, la ley estadounidense es mucho más clara: si el perro o gato no tiene collar, se va directo a un refugio donde puede ser adoptado. Y en caso de que ninguna familia lo pida, eventualmente el animalito es “puesto a dormir”.

Fue por este motivo que el animalista Stephen Neira decidió adoptar a un perro de raza pitbull de dos años, el cual estaba a 22 minutos de caminar por “el pasillo de la muerte” en el Centro de Cuidados Animales de Nueva York. Pero apenas llegó a su casa con la nueva mascota, se desató la tragedia…

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Apenas abrieron la puerta sus tres hijos para conocer al can, éste se lanzó directo hacia la cara de su hija mayor, Briana, de 16 años. Además, atacó su garganta y brazo. “Estamos absolutamente traumatizados. Ellos ni siquiera duermen desde que ocurrió. Había sangre en todas partes”, declaró el abuelo de los chicos, Frank Neira, al medio estadounidense New York Daily News.

Brianna Neira | Facebook
Brianna Neira | Facebook

La chica sobrevivió gracias al rápido accionar de la policía, pero necesitó entre 60 y 80 puntos para cerrar su brazo, el cual ocupó de escudo para proteger su garganta. También, necesitará de cirugía plástica para recuperar su labio.

La chica hizo un llamado en Twitter a tener más consciencia sobre los animales abusados, que eventualmente pueden atacar a una persona, como fue su caso. “Sólo quiero ir a casa y pretender que nada de esto ha pasado”, agregó a través de las redes sociales. La chica estaría dopada en analgésicos para el dolor y se niega a hablar con su familia.

News 12 Long Island
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Ella esperaba al animal junto a su hermana de 12 años, Madison, y su hermanito de 10, Jake. Pero apenas abrieron la puerta trasera, el perro atacó sin provocación: “Los tres estaban parados esperando a ser presentados con el perro. Lo querían conocer. Al segundo de que abrieron la puerta, él saltó”, agregó su abuelo.

Aunque su padre de 40 años intentó someter al animal, fue imposible que éste soltara la mandíbula. Finalmente, un vecino escuchó la conmoción y llamó a la policía: tomó tres disparos de tranquilizador para dormir al perro, el cual enfrentará sí o sí la eutanasia.