Este martes, se inició un proceso legal contra una pareja parisina acusada de asesinar a su pequeño hijo de tan sólo 3 años en 2011. Los padres del año lo habrían metido en una lavadora en forma de castigo y luego, pusieron en marcha el programa de lavado, cuasándole la muerte.
La sentencia se espera para este viernes, y tanto el padre, Christophe Champenois, como la madre, Charlène Cotte, estarían arriesgándose a ser condenados a cadena perpetua por el Tribunal de lo Criminal de Melun (al este de la región de París).
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Según indicó Chilevisión Noticias, aquel fatídico día los mismos padres de Bastien habrían pedido ayuda. Al llegar los equipos de emergencia, dijeron que éste “se había caído por las escaleras” y que al ver que no respiraba, “le había dado un baño”.
Las personas responsables de los servicios de urgencias y policías se habrían percatado del falso testimonio emitido por el padre. La pista salió de la boca de la hermana del menor fallecido, Maud, de cinco años en ese momento, la que explicó que habían metido al pequeño en la lavadora, “castigado por sus trastadas en el colegio”.
A la vez, contó que en un comienzo se oían los llantos de Bastien, pero que después de unos minutos, sólo se escuchaba silencio. La autopsia determinó que el pequeño de 3 años tenía un edema cerebral y hematomas pulmonares debido a las aceleraciones y desaceleraciones del tambor de la lavadora.
Charlène Cotte, quien ahora tiene 29 años, pasó tres de ellos en prisión preventiva, siendo acusada de cómplice en el asesinato de su hijo y de violencia domestica. Según ella, nunca vio a su ex pareja “meter a Bastien en la lavadora” y al percatarse de lo que había sucedido, “era demasiado tarde”.
