Conmoción produjo el hallazgo del cuerpo de una niña, el cual había sido ocultado dentro de una bolsa de basura. El hecho ocurrió el pasado mes de junio, en un muelle de la ciudad estadounidense de Boston.
Durante mucho tiempo no se conoció la identidad de la víctima, la cual fue llamada Baby Doe por los medios. Hasta que gracias a un boceto policial de su rostro, el cual fue compartido por más 50 millones de personas, se logró da con la identidad de la niña y los culpables tras su deceso.
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Una llamada anónima reveló que la pequeña se llamaba Bella y era hija de Rachelle Bond (40), quien la había dado por “perdida”. Hoy, tanto ella como su novio, Michael McCarthy (35), están siendo acusados de asesinato. Aunque ella ha negado estar implicada, en la primera audiencia trascendió que el hombre la habría matado porque creía que “estaba poseída por demonios”.
Poco antes de que perdiera la vida, se había estado portando mal y se negaba a dormir. Es por esto que McCarthy, quien es un conocido adicto a la heroína, intentó “calmarla” y sacarla de “aquel estado”, como recoge el medio inglés Mirror.
Al poco rato después, su madre ingresó a la habitación y halló al hombre parado sobre Bella, con su mano en su abdomen y su rostro gris e hinchado. “En aquel momento, ella supo que su hija estaba muerta”, declaró el fiscal. McCarthy simplemente le dijo “que era un demonio y era momento que muriera”.
Al revisar la casa de la pareja, la policía encontró una serie de libros sobre espíritus, fantasmas y demonología. “Él había reportado ver demonios y fantasmas y creía que podía exorcizarlos”, explicaron.
Tras la muerte de Bella, ambos se habrían intoxicado durante varios días con heroína, hasta que decidieron abandonar su cuerpo en una bolsa de basura en el muelle de Boston. Al final de la audiencia, el padre biológico de la niña, Joseph Amoroso, afirmó no culpar a la mujer. Este hombre, quien jamás conoció a su hija mientras estaba viva, declaró que “sé que Rachelle no la mató”.
