Llega la primavera: los pajaritos cantan, las flores se abren al sol… y los seres humanos comenzamos a estornudar. Sabemos que desde septiembre debemos alejarnos del polen y tomar antihistamínicos de manera sagrada, pero si eres parte del 25% de la población mundial que sufre rinitis alérgica (también conocida como fiebre del heno), entonces no bastará con que te alejes del plátano oriental.
Este cuadro se caracteriza por picazón en la nariz, ojos y boca, además de olfato reducido y estornudos. Para no pasar toda la temporada métale “achú”, les dejamos el listado del portal noticioso Fox News, que resume todos los elementos que podrían desencadenar este problema, algunos de ellos bastante sorpresivos.
1.- Frutas
Si bien sus nutrientes pueden fortalecer tu sistema inmune, también pueden confundirlo, ya que tu cuerpo querrá atacar cualquier cosa se asemeje a un alérgeno… y eso incluye al polen de las frutas.
Pero la reacción sólo ocurre cuando las consumimos crudas, por lo que una buena alternativa sería empezar a comerlas cocidas.
2.- Alcohol
Junto a la primavera, también llegan las prendidas Fiestas Patrias. Pero si sufres de fiebre de heno, asma o bronquitis crónica, quizá quieras controlar las copas: el alcohol dilata los capilares sanguíneos de tu nariz y sobreestimula tu respuesta inmune, aumentando tu alergia. Así lo demostró un estudio danés del año 2005, por lo que si tienes alguno de estos problemas, trata de beber moderado y por ningún motivo mezcles tus antihistamínicos con licor.
3.- Estrés
Andar muy acelerado por la vida podría agravar tus síntomas, según un estudio del Centro Médico de la Universidad Estatal de Ohio. Esto ocurre porque el estrés incrementa los niveles de proteínas que disparan la alergia y también el cortisol, hormona que puede comprometer tu sistema inmunológico. Así que empieza a meditar, hacer yoga o darte un baño relajante más seguido y ya verás cómo el problema cede.
4.- Productos para el pelo
No es que el producto por sí solo te dé rinitis, sino que los geles, sprays y ceras para el cabello tienden a ser un imán para polen. Así que si no quieres andar con todo el contenido de un plátano oriental pegado a tu pelo, intenta llevarlo lo más natural posible durante la temporada de alergias.
5.- Aumento de la humedad
Septiembre es famoso por mezclar el sol con lluvias sorpresivas, produciendo un aumento de la humedad y creando el ambiente ideal para los ácaros de polvo. Estos bichitos microscópicos que suelen habitar tu almohada y colchón, pueden producir estornudos, picazón en la nariz y ojos llorosos.
La única solución posible para que los ácaros no se reproduzcan como conejos, es conseguir un deshumidificador de aire. El problema: los más baratos rondan los 70 mil pesos en grandes tiendas. También está la opción de armar uno casero consiguiendo cloruro de calcio (en las droguerías) y utilizando un calcetín y un recipiente de plástico, tal como cuenta este tutorial.
6.- Echarle agua en exceso a tus plantas
Si las riegas demasiado, contribuirás a que crezca el moho, hongo que suele expandirse por el aire, empeorando los cuadros respiratorios. Así que intenta preguntar en la tienda o revisar en Internet sobre el agua justa que necesita tu plantita.
7.- Ventiladores de techo
Estos sólo lograrán agitar y hacer volar por el aire todos los alérgenos que hayan en tu hogar y como no hay viento que se los lleve lejos, quedan condensados en el mismo espacio. Por lo que intenta evitar este tipo de ventilación y si es la única que existe, asegúrate de limpiar las aspas de polvo y partículas antes de echarlas a andar.
8.- Tu mascota
Aunque no seas alérgico a los perros o gatos, tu mascota puede haber pasado gran parte del día revolcándose en flores, pasto y moho… por lo que no sería extraño que te haga estornudar su presencia.