Por lo general, cuando una persona pierde a alguien tan cercano como su propia madre, se hunde en la tristeza y se esfuerza en armarle un bello funeral para despedirla. Pero este no fue el caso de la estadounidense Mary Kersting (60), quien vio el deceso natural de su progenitora como una gran “oportunidad financiera”.
La mujer de Nueva York decidió guardar el cadáver de su madre, Hope Ruller, en su mismo edificio por más de un año, para así poder seguir cobrando sus cheques de beneficio (algo así como la pensión), como recoge el medio norteamericano New York Daily News.
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La policía descubrió el cadáver en diciembre del 2014 en un chequeo de rutina, cuando ya llevaba 14 meses pudriéndose en su departamento.
Posteriormente, la autopsia arrojó que la anciana murió por causas naturales en octubre del 2013, pero su hija falló en reportar a las autoridades el deceso o pedir que retiraran su cuerpo para enterrarla o cremarla.
Es por esto que hoy Mary se declaró culpable de gran negligencia, uso inapropiado de un cadáver y ser incompetente con la salud de una persona físicamente discapacitada. Su sentencia será pasar 6 meses en prisión y otros 5 años en libertad condicional. Además, tendrá que devolver la mano con 500 horas de servicio comunitario.