Deben existir millones de historias de malas citas acordadas a través de aplicaciones móviles como Tinder, y probablemente has escuchado muchísimas, sin embargo, no podíamos no contarte esta insólita y graciosa situación.

La protagonista es Lauren Crouch, una joven londinense de 28 años que compartió el relato de su experiencia a través de su blog “No bad dates just good stories”, para explicarles a sus seguidores lo atónita que había quedado con la situación.

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La joven conoció a un sujeto a través de Tinder, él no bebía alcohol así que fueron por un café cercano al punto de encuentro /afuera de una estación de metro).

Luego de 20 minutos de conversación irrelevante, el hombre le ofreció preparar la cena en su casa, pues debía estar allí para recibir un pedido de supermercado que había ordenado con anterioridad. “Vegetales frescos y pescado“, la tentó él, sin embargo, Lauren le comentó que no podría ir de inmediato a la casa de alguien que apenas conoce.

Tras ese breve diálogo, ambos salieron de la cafetería y caminaron cada uno por su lado. Pero una vez que Crouch llegó a su hogar, recibió una serie de mensajes que no podía creer. El diálogo fue el siguiente.

Hombre (H): Hola, fue bueno verte esta noche. Nos juntamos de nuevo?

Lauren (L):¡Disculpa por la demora! Fue adorable conocerte pero no estoy segura que tengamos esa química. Espero que hayas tenido una buena tarde, cuídate.

H: ¿Que tal si te cocino la cena mañana y vemos qué pasa? Si no hacemos “click”, podemos dejarlo hasta ahí. Nos comunicamos fluidamente. Es un buen comienzo. Démonos una oportunidad

L: Lo siento pero no podría ir a la casa de alguien que apenas conozco. Desgraciadamente soy demasiado romántica y una gran convencida de que debes sentir algo chispeante desde el comienzo. De todas maneras, te deseo todo lo mejor.

H: Está bien, es justo. ¿Puedes pagarme tu café? No me gusta perder dinero. Prefiero usarlo en una cita con alguien más.

L: Es una vergüenza que consideres que una cita es una pérdida de tiempo cuando no termina a tu manera. Que tal si dono las 3,50 libras esterlinas ($3.700 pesos chilenos)o a una obra benéfica que tu elijas para que así recuperes tu dignidad. Puedo donar má sincluso para que cubra tu viaje en autobús, si gustas…

H: Preferiría decidir yo lo que hago con mi dinero. Por favor págame a esta cuenta…

La joven, asombrada por el descaro del sujeto que reclamó su dinero, contó al medio inglés Metro.co.uk: “Duró 32 minutos, una cita en un Costa Café, cuando educadamente rechacé su propuesta de otra cita, ¡Me pidió que le devolviera el dinero por el café que me compró! ¡No lo creo!.

¿Qué harías tú si una cita te pidiera que le devolvieras el dinero gastado, simplemente porque no terminó como la persona quiso?