China está construyendo el mayor centro mundial de clonación de animales, con la ambición de fabricar perros, caballos y vacas en serie, según la prensa local. Las instalaciones, que necesitaron una inversión de 200 millones de yuanes (29,4 millones de euros), incluirán un laboratorio de clonación y un banco de genes.
La compañía china de biotecnología Boyalife y la surcoreana Sooam Biotech son las responsables de este proyecto, junto a dos institutos de investigación chinos. La idea es comercializar a estos animales a escala industrial, desde 2016 en la ciudad portuaria de Tianjin.
El centro producirá unos 100.000 embriones de vacas al año en un primer momento, pero su objetivo es hacer un millón anual, según el presidente de Boyalife, Xu Xiaochun. “Los agricultores chinos tienen dificultades a la hora de producir suficientes vacas de carne para responder a la demanda del mercado”, justificó.
El escepticismo era patente en las redes sociales chinas, donde numerosos internautas dudaban de que los consumidores mostraran entusiasmo por carne procedente de animales clonados.
La ubicación de la fábrica, cerca del depósito de productos químicos donde se produjeron fuertes explosiones en verano, es otro motivo de preocupación para los habitantes del gigante asiático, un país marcado por frecuentes escándalos alimentarios.
“¿Se venderá esa carne en Corea del Sur o en China? Si se vende en China, ¡pidamos a nuestros dirigentes que coman primero!”, escribió un internauta.