Puede que tengas amigos capaces de vivir de jugos desintoxicantes o que bajan de peso comiendo pura proteína, mientras tú sigues atascado en el mismo número de la balanza o incluso, lo has aumentado. Pero no te sientas mal, porque existe una razón científica por la que esto ocurre.
Un estudio publicado en la revista Cell reveló que la gente puede reaccionar de forma ampliamente diferente a la misma dieta, sin importar lo sana que esta sea. Para probarlo, midieron los niveles de glucosa de 800 personas saludables durante una semana, usando un dispositivo especial, como recoge la revista Marie Claire.
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Los participantes se comportaron de manera normal, comiendo el mismo desayuno con 50 gramos de carbohidratos. Después de que hacían esto, chequeaban los niveles, ya que concentraciones altas de glucosa en la sangre se relacionan directamente con la obesidad, diabetes y enfermedades cardíacas.
Fue así como los investigadores del Instituto Weizmann de Ciencias en Israel descubrieron que la gente procesa de distintas forma los nutrientes, aunque estén comiendo el mismo plato. Factores como la flora intestinal, hábitos de dieta y actividad física diaria determinarán cómo se procesará lo que consumes.
Como solución propusieron personalizar dietas para cada persona. Incluso, crearon un algoritmo que predice cómo reaccionará alguien a cierta comida según su salud, estilo de vida y flora intestinal. Lo probaron en un grupo de 100 personas y esta dieta personalizada los ayudó a mantener sus niveles de azúcar estables.
