En nuestro país, el biomagnetismo se hizo conocido luego de que el popular animador Antonio Vodanovic contara que realizaba este tipo de terapia alternativa. Eran pocos los que lograban entender como un par de imanes podían ayudar a nuestra salud en aquel entonces, pero con el paso del tiempo sus beneficios han sido estudiados a profundidad y la opción se ha hecho cada vez más popular.

Esta práctica, según cuenta la kinesióloga Rose González, está dentro de las terapias complementarias no invasivas. En el biomagnetismo se utilizan imanes de distintas potencias para combatir microorganismos como bacterias, hongos, virus, parásitos, algunas disfunciones glandulares y enfermedades psicoemocionales.

La aplicación de la terapia biomagnética consiste en colocar imanes naturales de cargas positivas y negativas sobre el cuerpo con el fin de nivelar el PH, correspondiente al potencial de Hidrógeno, grado de acidez o alcalinidad que contiene el agua de nuestro cuerpo.

Este tratamiento detecta las distorsiones del pH del organismo para saber las patologías presentes en el paciente. “Por ejemplo, si el pH está casi neutro, ningún patógeno tiene un medio apto donde vivir, por ende, el paciente va sintiéndose mejor desde la primera o segunda sesión”, asegura González.

Los imanes se aplican en diversas partes del cuerpo, donde el rastreo realizado marca un órgano o tejido que sufren una distorsión.

“Una vez detectados los problemas, el terapeuta aplica un conjunto de imanes con polos negativos y positivos en esos puntos durante 15 minutos, por cada par biomagnetico”, dijo la especialista en terapias alternativas, a la que puedes ubicar en su página Facebook Kinebell Temuco.

De esta forma el estrés, la angustia, la irritabilidad o el cansancio pueden verse aliviados mediante esta técnica.

Ante ello, desde Página 7 te dejamos con los principales beneficios del biomagnestimo.

1. No es una terapia invasiva y es compatible con cualquier otra terapia alternativa.

“Puede utilizarse simultáneamente con tratamientos médicos tradicionales, excepto con pacientes que hayan iniciado o hayan estado hace menos de un año en quimioterapia o radioterapia. Las personas que tengan un marcapaso en su corazón tampoco deberían someterse a este tratamiento, ya que puede correr el riesgo de afectar el aparato“, comentó la terapeuta, quien atiende en Calle Prat 780 of 301 A, en la capital de la Región de La Araucanía.

2. El tratamiento es completamente natural, sin dolor, fácil y limpio. Los imanes no se inyectan, no se ingieren, no son tóxicos, no producen efectos colaterales ni requiere procedimientos quirúrgicos.

3. Al detectar y eliminar oportunamente del organismo humano los virus y bacterias dañinas antes de provocar alguna enfermedad, se asegura que el organismo permanezca sano.

4. El polo negativo (-) del imán es analgésico, antiinflamatorio, relajante y detiene los procesos nocivos para el organismo. Además, está principalmente indicado para calmar o suprimir el dolor.

5. El polo positivo (+) activa, impulsa y fortalece los procesos biológicos del organismo, es dinamizador, vitalizante y proporciona energía.

Cabe destacar, que ante el hecho de que ningún enfermo es igual a otro, el éxito de la terapia biomagnética depende de diferentes factores, tales como: la edad, el estado nutricional, la carga tóxica, el tiempo de evolución de la enfermedad, los remedios recibidos previamente y las lesiones que ya están instauradas en su cuerpo, entre otras.

Ahora que sabes cómo funciona y cuáles son su principales beneficios, ¿Te atreverías a poner los imanes en tu cuerpo?