La historia de una mujer inglesa, oriunda de la zona de Kent, ha dado la vuelta al mundo luego de un impactante confesión a días de celebrarse una nueva Navidad.

Se trata de Debra Parsons, quien aseguró que en la cena navideña comerá las cenizas de su madre fallecida, Doreen, esparciéndolas sobre el pavo y el resto de alimentos, consignó el medio inglés Mirror.

La mujer de 41 años, confesó que desde que su madre falleció en mayo pasado, ha sentido la necesidad de probar una cucharada varios días a la semana, con el objetivo de sentirse “lo más cerca posible”. Además, agregó que era la única forma de soportar esta primera Navidad sin ella.

La gente puede pensar que esto loca o que no es algo muy respetuoso, pero no puedo evitarlo. Lo veo como algo positivo, permitiéndole estar cerca de mí y también involucrarla en un día que es netamente familiar”, expresó, junto con agregar: “Siento que ella puede vivir estando dentro de mí, porque así puede respirar a través de mi cuerpo. Mi aliento es su aliento.

Cabe señalar que Doreen murió repentinamente a causa de una obstrucción de las vías respiratorias tras sufrir una infección en su pecho.

Luego del funeral, Debra comenzó a pensar en qué hacer con las cenizas de su madre, y en vez de esparcirlas en algún lugar que a su madre le gustara, decidió conservarlas, y de un momento a otro sintió el impulso de probarlas. “No sé qué me obligó a hacerlo la primera vez, fue solo un impulso. No puedo describirlo, indicó.

De este modo, relató que abrió la caja, se lamió los dedos y luego los sumergió en las cenizas. “Antes de saber lo que estaba haciendo, los dedos ya estaban en mi boca y sentí un sabor salado y cremoso, y que fue reconfortante. También me sentí confundida por lo que había hecho, pero la sensación de comodidad y cercanía que experimenté, fue el primer consuelo que tuve desde su muerte“, describió.

Desde entonces que día a día siente ese impulso, a medida que se acerca la Navidad, su deseo de consumirlas junto a la cena es cada vez mayor. Su prometido, en tanto, la apoya en su dolor e intenciones, al igual que otros cercanos. “Tengo suerte de que mis seres queridos entiendan lo que estoy haciendo. Y sé que mi madre habría estado feliz de que yo hiciera lo que fuera necesario para superar el hecho de no tenerla en mi vida“, cerró.