Las posibilidades de ocurrencia de eventos médicos debido a la ingesta de comida y bebidas aumentan en estas fechas, por la relevante importancia que ha adquirido la alimentación en tiempos de festejos.

No obstante, es necesario aclarar algunos términos asociados a estos cuadros, como las transgresiones alimentarias y las intoxicaciones por consumo de alimentos.

“Las transgresiones alimentarias se producen por el abuso de alimentos ricos en grasas, sal y azúcares, incluidos los bebestibles, lo que provoca una sobrecarga del sistema gastrointestinal y, por consecuencia, una serie de malestares”, explica la directora del Centro de Salud Pública de la Universidad Central, Dra. Nelly Baeza.

Junto con ello aclaró: “que, en tanto, la intoxicación alimentaria se debe al consumo de alimentos contaminados con microorganismos, virus y/o parásitos, generalmente, producto de una mala manipulación y/o conservación, y presenta síntomas como ardor esofágico (pirosis), náuseas, vómitos, dolor abdominal, distensión abdominal (hinchazón) y diarreas”.

Comparativamente, los cuadros más frecuentes se asocian a la alta ingesta de grasa y devienen en problemas hepáticos o de vesícula biliar.

Según la académica, en caso de presenciar o sufrir de estos signos o síntomas, lo primero es suspender la ingesta alimenticia y de bebidas para dar reposo al sistema gastrointestinal y así lograr la remisión o atenuación de los síntomas.

“Si esto no se logra o aparece fiebre y vómitos abundantes debe consultar en un SAPU o consultorio para ser evaluado por un médico general; ahí se determinará la necesidad de derivar a una Urgencia General o a otro tratamiento”, plantea la doctora Baeza.

En cuanto a medidas de prevención, la especialista indica que el ejercicio es vital, “cuando se aproximan celebraciones con mucha ingesta de líquidos y alimentos poco sanos”.

“Los ejercicios anaeróbicos son excelentes; éstos constituyen actividades breves para fortalecer los músculos, que aumentan el metabolismo basal gracias al incremento de la masa magra (motores del cuerpo que consumen energía) del organismo”, afirma la directora del Centro de Salud Pública de la Universidad Central.

En general, es importante tomar ciertas precauciones como:

– Evitar comer alimentos desconocidos.

– Al alimentarse fuera del hogar o en lugares públicos asegurarse de la higiene al momento de la preparación de las comidas.

Lavarse las manos antes de empezar y durante la preparación de la comida.

– Lavarse las manos después de ir al baño.

– Lavar y desinfectar todas las superficies y los utensilios empleados en la preparación de la comida.

– Proteger los alimentos (guardarlos en recipientes cerrados) y la zona de la cocina contra insectos, mascotas y otros animales.

– Separar los alimentos crudos de cocidos.

– Cocinar completamente los alimentos y conservarlos a temperaturas adecuadas.

Reducir el uso de sal, limitándola en la mesa, evitando los quesos, los alimentos congelados y los precocinados.

– Reducir el consumo excesivo y frecuente de carnes, para mantener bajo el ácido úrico en la sangre.

Hidratarse bien, tomando un litro y medio de agua al día a lo menos.