El cáncer renal representa el 2 a 3% de los cánceres del adulto a nivel mundial y se constituye como el tercero en frecuencia entre los tumores malignos del aparato uro-genital, después de próstata y vejiga.
Es uno de los cánceres de mayor aumento a nivel mundial, pues cada año se diagnostican alrededor de 338 mil nuevos casos y los hombres casi doblan la aparición respecto a mujeres.
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Y si bien, es más frecuente su aparición sobre los 60 años, hay cada vez más casos diagnosticados en menores de 50 años. En Chile, según cifras oficiales, la tasa de mortalidad por este tipo de cáncer es 4,35 muertes cada 100 mil habitantes por año, con un incremento anual del 0.9%.
Cuando las células normales de un riñón comienzan a cambiar y crecer sin control, formando una masa tumoral es cuando se habla de cáncer renal. Y aunque aún no se conoce su causa específica, si se han determinado algunos factores de riesgo que pueden favorecer su desarrollo, entre algunos: el tabaquismo (aumenta probabilidad en un 40%); hipertensión arterial; obesidad; sedentarismo y; dieta rica en grasas.
“Hasta el 70% de los cánceres renales no da síntomas y se descubren accidentalmente en ecografías u otros exámenes por imágenes que el paciente se realiza por otros motivos, por lo mismo, el tumor puede alcanzar un volumen significativo antes de ser encontrado”, señala el doctor José Carlos Castillo, director del centro médico ReCell.
El especialista agrega que “si es diagnosticado en etapa localizada, antes de que se haya expandido fuera del riñón, la probabilidad de sobrevida a diez años es mayor al 90%, la que va decreciendo dependiendo de la extensión del tumor”, explicó.
¿Tratamiento?
El tratamiento depende de dos factores: la extensión del tumor y la condición de salud del paciente. En general el cáncer renal no responde adecuadamente a quimioterapia. Por su parte, la radioterapia está indicada usualmente con propósitos paliativos en lesiones secundarias o metastásicas.
En tanto, la cirugía de nefrectomía (extirpación quirúrgica del riñón) es la terapia standard para tumores “localizados”, es decir, limitado al riñón y su tejido adyacente. A pesar de que la recuperación es muy rápida -requiere 48 horas de hospitalización y, habitualmente, los pacientes regresan a sus actividades a las dos semanas- aproximadamente un 30% de los pacientes al momento del diagnóstico se presentan con enfermedad diseminada o metastásica (etapa IV) y un tercio de los restantes desarrollarán metástasis en su evolución.
Esto significa que cerca del 50% de los pacientes con cáncer renal presentará metástasis y, habiendo ya ocupado o descartado la cirugía, quimio o radioterapia, encuentran como principal opción los tratamientos de inmunoterapia que permiten estimular el sistema inmune del paciente y así intentar que éste controle el tumor.
El doctor Ramón Gutiérrez, patólogo y oncólogo molecular, presidente de Sociedad Chilena de Inmunoterapia de Células Dendríticas y Exosomas (SOCHIDEX) explica que “en el caso del cáncer renal avanzado, al igual que ocurre con otros tumores sólidos como melanoma en piel y tumores cerebrales, la inmunoterapia ya cuenta con evidencia suficiente de su efectividad, razón por la cual los esquemas más actualizados de tratamiento la consideran incluso como de primera línea (por sobre la quimio o radioterapia)”, comentó.
Por lo mismo, dice Gutiérrez, “los cinco a siete meses de sobrevida que se lograban hace 15 años en el cáncer renal avanzado, hoy han aumentado notablemente a más de treinta meses”, dijo el profesional.
Centros especializados
En Chile, existen centros especializados que realizan inmunoterapia biológica, de hecho, según estimaciones de la SOCHIDEX durante el año pasado en nuestro país se registró un aumento de un 60% en la cantidad de pacientes que accedieron a tratamientos de este tipo en comparación al año anterior y más del 80% de ellos han tenido respuesta inmunológica favorable.
“La inmunoterapia hoy se encuentra disponible en Chile mediante inhibidores-TIK, anticuerpos monoclonales, inhibidores de vía mTor, combinación de citoquinas en bajas dosis (IL-2 + INFa) e inmunoterapia celular autóloga, siendo estás ultimas las de menor aparición de reacciones adversas” comenta Francisco Gutiérrez, Director I+D del Consorcio internacional Biogénica.
“Es muy importante que el paciente, al enfrentarse a un escenario como el cáncer renal avanzado (metastásico o etapa IV), esté informado que existen todavía varias opciones terapéuticas, aun cuando eventualmente no estén cubiertas por los sistemas previsionales de salud. Es fundamental que el paciente consulte lo antes posible con un equipo médico especialista en inmunoterapia u oncología molecular”, indica el doctor Castillo de ReCell.
El profesional participa de la alianza de centros clínicos especializados, donde han recibido pacientes con cáncer renal avanzado y en un lapso de 30 días, se ha biopsiado una lesión metastásica para aislamiento de antígenos, estabilizado su estado pre-cirugía, transfusiones incluidas, efectuado la cirugía de nefrectomía y aplicado protocolos de oncología molecular mediante inmunoterapia para dar inicio a radioterapia paliativa, mejorando sustancialmente la calidad de vida y pronóstico del paciente.
“Como todo tumor maligno, aun cuando este haya sido extirpado en su totalidad, requiere un control periódico, ya que células malignas pueden aparecer en otras partes del cuerpo y generar las metástasis, lo que incluso puede ser tratado con anticipación, mediante inmunoterapia celular, capaz de generar memoria inmunológica para atacar la futura aparición de células tumorales”, sentencia el especialista.