Marcela Feliú no veía a su hermano Eduardo hace 35 años, por lo que un reencuentro con él podía significar un momento de felicidad único en su vida, sin embargo, fue todo lo contrario.
Desde 1985, cuando murió su mamá, la familia comenzó a dividirse y solo unos pocos mantuvieron el contacto, no obstante, en mayo del año pasado, Marcela comentó a La Cuarta que Eduardo comenzó a enviarle solicitudes a través de Facebook.
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Al comienzo dudó en aceptarlas porque su hermana le “advirtió que no lo aceptara, ya que era una mala persona“, pero luego no le hizo caso y lo aceptó. Jamás imaginó que ahí empezaría el calvario que está viviendo hoy.
El hombre, con quien comparten la misma madre, la estafó y le robó hasta su perro regalón, un westy de nombre Roco.
La mujer se fue a vivir sola a un departamento en Concón, en la región de Valparaíso, y curiosamente su hermano también vivía en esa localidad. “Acepté su solicitud de amistad y me contaba que vivía en Concón y que quizás éramos vecinos. Finalmente, nos juntamos en mi departamento y conversamos hasta tarde y recordamos cuando éramos chicos, cuando le traducía las canciones y cuando nos íbamos juntos a estudiar. Todo bien emotivo”, detalló Marcela.
Al poco tiempo, el hombre armó su primer engaño. Le preguntó a su hermana si podía prestarle plata, cinco millones de pesos, para evitar que su casa se fuera a remate, a lo que ella accedió, según contó en el matinal de CHV Contigo en la Mañana.
“Tenía una platita guardada en un fondo mutuo, y como lo vi tan afligido, se la presté. Ese dinero lo tenía destinado para la educación de mi hijo, que está en la universidad estudiando derecho. Después de eso me dice que mientras trabajaba de Uber en Valparaíso lo asaltaron y le robaron el auto, y que si podía prestarle seis millones para ir a comprar un auto a Iquique, a lo cual accedí, pero lo puse a mi nombre”, explicó Feliú.
Cuando venían de vuelta de Iquique a Concón, él le contó que tenía una hija pero que “había cometido errores en su vida”, sin embargo, a ella no le importó y le aconsejó que diera vuelta la página.
El tema es que cuando llegaron a la ciudad, ella tuvo una emergencia familiar y debió ir a dejar a Santiago a su hijo y unos amigos, por lo que encargó su perro a Eduardo. “Cuando volví él se había marchado con la camioneta que compramos en Iquique y se llevó a mi perrito“, lamentó la mujer.
Tras compartir algunos anuncios en Internet, preguntando por su perro, recibió una insólita respuesta de su propio hermano. “De la nada él respondía a los avisos y escribía que yo le pegaba a Roco y que era una mala persona, cuando es todo lo contrario“, agregó.
Al estampar la denuncia, la policía le dijo que se encontraba en Concepción. Además, se enteró que “tiene antecedentes por droga, estafa y que también golpeó a su papá“. Como si fuera poco, el hombre también tiene antecedentes por maltrato animal, por lo que siente mucho temor por su perro.
Cabe señalar que Marcela interpuso una querella en su contra.