Un adorable historia es la que está difundiendo la organización animal Battersea Cats and Dogs, luego de que en diciembre llegara una pequeña gatita a su hogar de acogida.

Con tan solo siete semanas, Ana, como la apodaron nació con el pelo corto y un labio leporino, pero su apariencia siguió cambiando con el pasar de las semanas.

Esto, ya luego de ser ingresada al centro de rescate, los veterinarios descubrieron que la pequeña sufría una rara anomalía congénita, la cual traía como consecuencia el subdesarrollo de unos de sus globos oculares.

Sin embargo, la enfermedad le provocó tal molestia a Ana, que el equipo veterinario decidió no hacerla sentir más incómoda y le quitaron el ojo derecho, para también aliviar el dolor de la pequeña.

De hecho, la gatita ya tiene cuatro meses y aún no puede encontrar hogar, por lo que miembros de Battersea creen que se debe a su apariencia, sumado a que es de pelaje negro, un rasgo que muchas personas consideran aún que es de mala suerte.

Rachel Saunders gerenta de Batterseas Cattery, aseguró al sitio de The Media Times que: “Es una pena cuando las personas toman animales a su valor nominal en busca de una nueva mascota, en lugar de buscar peculiaridades y personalidades únicas más allá de su apariencia”.

“Ana no solo es una cara distintiva, sino también una gata negra, y muchas personas todavía tienen prejuicios y supersticiones sobre este color en particular. La encontramos tan hermosa como es, porque las cosas que hacen diferente a un animal lo hacen especial”, dijo.

Battersea
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Asimismo, la dirigente del centro describió a la pequeña gatita como “gentil y juguetona”, enfatizando en que su apariencia es única convirtiéndola en un animal muy especial.

Cabe señalar, que aún la pequeña no es adoptada, por lo que se mantiene feliz y a la espera de un nuevo hogar en el refugio.