La pandemia de coronavirus en el mundo ha cobrados miles de vidas alrededor del mundo, siendo una de las más preocupantes de los últimos 100 años.
El virus, que comenzó a expandirse desde Wuhan a principios de año llevó a que en China tomaran estrictas medidas de prevención de contagios sobre todo para los adultos mayores.
También puedes leer
Sin embargo, hubo algunos que no pudieron ganarle al COVID-19 como es el caso de un hombre de 65 años que el pasado mes de febrero, falleció en el Taikang Hospital de Wuhan.
En ese entonces, el adulto mayor llegó con leves síntomas al centro asistencial en compañía de su perro de siete años, que por razones sanitarias, no entró al lugar quedando a la espera de que su dueño saliera del hospital, situación que nunca llegó.
Lo anterior, ya que luego de solo unos días el hombre falleció producto de una neumonía provocada por el COVID-19, por lo que su perro hasta el día de hoy, sigue a la espera del regreso de su dueño.
Loyal #dog waits at a #Wuhan hospital for 3 months after his owner dies from covid-19
7-yo dog Xiao Bao waited patiently for his owner at Wuhan hospital.Staff at Wuhan Taikang Hospital fed Xiao Bao
Xiao's owner died 5 days after being admitted pic.twitter.com/H31Ls2Dsrh— Hans Solo (@thandojo) May 26, 2020
La eterna búsqueda
Según comunicó el New York Post, el pasado 13 de abril regresó una de las trabajadoras de un pequeño local que se encuentra dentro del Taikang Hospital, misma que se familiarizó con la historia del can, quien llevaba a esa fecha dos meses esperando a su dueño, un relato que la conmovió de tal forma, que decidió nombrarlo Xiaobao, que en español significa, pequeño tesoro.
Wu Cufein, es la mujer que ahora se encarga de darle alimento y abrigo a diario a la pequeña mascota, misma que aseguró al citado medio que el perro “nunca salió del hospital. Fue increíblemente leal. Primero me familiaricé con el perro y, después, lo traje a la tienda. Cada mañana, cuando abría, Xiaobao estaba allí esperándome, hasta que me despedía al final de cada día”.
No obstante, no todo ha sido felicidad en la vida de este animal, ya que los pacientes comenzaron a quejarse porque el can deambulaba por el centro asistencial, lo que llevó a que una fundación encargada de dar en adopción a mascotas se hiciera cargo, por lo que dieron a conocer su historia y ya tiene miles de solicitudes de quienes quieren tenerlo en su hogar.