Juan Vallejos, periodista y tiktoker chileno, logró cumplir un sueño de juventud al asistir a un show privado de Björk en Islandia.

Según contó en sus redes sociales, Vallejos viajó desde Madrid, España, hasta Reikiavik, en Islandia, para asistir a un concierto de la artista.

Sin embargo, el concierto fue cancelado, pero, en su lugar, Björk invitó a un show privado a todos quienes hubiesen viajado desde el extranjero a verla.

El espectáculo comenzó a las 18:00 horas y terminó a las 20:00. En conversación con Página 7, Vallejos relató que “éramos entre 30 y 40 personas, había estadounidenses, mexicanos, una pareja de argentinos con quienes hice buenas migas”.

“El lugar era una especie de bar-café ubicado un poco a trasmano de la ciudad misma. Tomé el bus (ya que en Reikiavik no hay metro) y luego tuve que caminar un rato porque el lugar quedaba sobre una colina”, comentó.

Además, recordó que en el camino “me fui encontrando con más personas que iban al show. Parecía una peregrinación por Björk. Había algunos con poleras con su cara estampada. Incluso vi a uno que se había hecho él mismo una máscara del estilo de ella”.

Sobre el espectáculo, el periodista reveló que “Björk no cantó, solo mezcló música. Pero no mezcló como una DJ de fiesta o tipo Calvin Harris o David Guetta. Fue progresivo y experimental”.

“Comenzó con sonidos simples que luego les sumó algunos beats, cuerdas, distorsiones, de todo. A veces hacía cambios bruscos. Sonaron cantos japoneses, nórdicos, reggaetones experimentales con cosas de Arca y cerró con una mezcla de Atopos y Saoko de La Rosalía”, agregó.

Chileno en show privado de Björk

Para Juan Vallejos, esta fue una experiencia impagable: “Ahora que ha pasado casi una semana, sonrío cuando recuerdo lo que viví. Es raro cumplir un sueño de adolescente a los 33 años“.

“Estuve muy emocionado, pero no lo expresé hacia afuera, sentí una especie de implosión. Soy bien hiperquinético, pero ante esto como que quedé paralizado. Sobre todo cuando pasó al lado mío”, afirmó.

El comunicador también expuso que “la música de Björk es algo muy importante para mí. Es la banda sonora de mi adolescencia”.

“Escuchar su música se volvió algo muy íntimo, muy personal y me acompañó en esos años en los que iba asumiendo que era gay y en los que a veces en Coyhaique me sentía muy lejos de todo”, puntualizó.

“Al ser ella de Islandia y yo de la Patagonia, sentía cierta similitud. Me motivaba a viajar por el mundo, que se podía a pesar de ser un lugar aislado. Que uno puede llevar su origen a cualquier parte”, finalizó el periodista.