Fue el pasado martes que Seba Ramírez decidió renunciar a Gran Hermano sin despedirse ni dar mayores explicaciones.

El participante despertó, armó sus maletas y se fue, dejando un manto de dudas entre sus compañeros, sobre todo en Cony, con quien tenía un vínculo amoroso.

“¡Seba! ¿Por qué se fue? ¿Por qué no dijo nada?… A veces, hay que respetar las decisiones de las otras personas (…) es un poco chocante para la persona que se queda acá. Me da más incertidumbre. Sabía que se quería ir”, dijo la influencer en el momento.

Si bien nunca formalizaron la relación y, según lo que se apreciaba en las imágenes, era un ir y venir tormentoso entre ambos, lo cierto es que dentro del encierro sí crearon un vínculo que en ocasiones terminó en el consentimiento para tener relaciones sexuales.

La partida de Seba, sin hablar o dejar en claro su lazo, provocó varias interrogantes en la bailarina de ballet, quien no tendrá respuestas hasta que salga del encierro.

Lo vivido entre los participantes es un ejemplo de ghosting. Según señaló a Página 7 Luis Pino, director de la carrera de psicología de UDLA, “es un concepto anglosajón, que igual la psicología lo incluye, pero no habla de ghosting, sino de una estrategia de comunicación asociada al maltrato”.

En ese sentido, explicó que “lo podemos encontrar en personas que tienen una forma de resolución de conflicto haciendo lo que se denomina como ‘ley del hielo’”.

El experto sostuvo que es “la invalidación de la otra persona, a partir de evitar todo tipo de contacto o comunicación, que es lo concreto, respecto a la otra persona. Esto genera la sensación de que el otro no existe o sencillamente es invisible”.

¿Por qué las personas hacen ghosting?

Pino señaló que las personas, en este caso Seba, hacen ghosting porque “es una estrategia comunicacional evitativa. Podemos encontrar que una persona intencionalmente por dañar a otra persona va a hacer ghosteo, o sencillamente porque no tiene la capacidad de enfrentar una situación con otra persona”.

A modo de ejemplo, precisó que el hecho de terminar una relación y “luego fundamentar por qué terminaron, mirarse a los ojos, o simplemente tiene otros intereses”.

En esa misma línea, indicó que “es una buena estrategia evitativa para las personas que tienen ciertas características que son pasivo-agresiva, que son incapaces de enfrentar situaciones difíciles o resolver problemas”.

“En una relación de pareja, por ejemplo, lo que me produce conflicto, evitativamente lo que haré es no mantener contacto con esta persona, porque lo anterior me genera estrés, sintomatología ansiógena, malestar o rabia, etc.”, explicó.

Repercusiones que provoca el ghosting

En cuanto a las repercusiones que ocasiona el ghosting en las personas, en este caso en Cony, indicó que van a depender de las circunstancias y la situación, “pensando que no es otra estrategia o una mala comunicación. Entonces pueden ser todas las consecuencias e implicancias de una persona que está siendo maltratada”.

El especialista precisó que “vamos a encontrar la sensación de indefensión, los síntomas de ansiedad, la exclusión, porque lo que se pretende en la ley del hielo, es invalidar a la otra persona”.

“Cuando hacemos la ley del hielo a otra persona, estamos señalando que ‘tú no importas, no existes, o lo que hace o lo que dices no importa como persona válida para emitir juicios”, añadió.

De hecho, Pino manifestó que la ley del hielo es bastante recurrente en las relaciones familiares o de pareja, como una forma de comunicar o incluso, ejercer poder sobre otra persona.

“No hay nada más incómodo que otra persona desaparezca o sencillamente no te hable y tú te quedes con mucha duda e incertidumbre. Esta sensación genera ansiedad y por sobre todo, una sensación de inseguridad afectando la autoestima”, explicó.

Finalmente, el psicólogo precisó que la persona que enfrente el ghosteo debe buscar una retroalimentación.

“Buscar los medios apropiados para preguntar qué es lo que ocurre con esto. Si la persona no responde, y si no logra su objetivo, comenzar un proceso de acompañamiento con otras personas, incluso un profesional, dependiendo del grado de sentir, para comenzar a asumir que hizo todo para recibir retroalimentación”, aseguró.

“Ya no tiene que ver consigo mismo, no tiene que ver con la persona excluida, sino con lo excluido. Debe comenzar a entender que el ghosting habla más de la persona que excluye”, cerró.