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Sociedad

Sharbat Gula: la "niña afgana" que dejó atrás el sufrimiento de ser refugiada

Escrito por:   Camila Álvarez

Sharbat Gula, la niña afgana

National Geographic

La historia de Sharbat Gula, la célebre “niña afgana” fotografiada en 1984 por Steve McCurry para National Geographic, es una crónica de sufrimiento, lucha y esperanza.

Capturada en un campo de refugiados en Pakistán, su imagen icónica reflejó el drama de miles de personas desplazadas por la guerra. Sus impactantes ojos verdes cautivaron al mundo, pero detrás de esa imagen había una historia mucho más compleja.

McCurry, sin saber quién era, tomó la fotografía sin imaginar el alcance que tendría. No fue sino hasta 17 años después, en 2002, que decidió buscar a la niña que lo había hecho famoso, consignó BioBioChile.

Sharbat Gula: la niña refugiada que Steve McCurry volvió a ver

Junto al equipo de National Geographic, recorrió el campo de refugiados Nasir Bagh, en Pakistán, mostrando la foto para intentar localizarla. Aunque inicialmente hubo confusiones, finalmente dieron con ella: se llamaba Sharbat Gula, una mujer pashto, perteneciente a una tribu conocida por su belicosidad.

En ese momento, Gula tenía entre 28 y 29 años, aunque ni siquiera ella sabía con exactitud su edad. Su vida había sido marcada por la guerra, la pobreza y la ausencia de oportunidades. "Ha tenido una vida terrible. Muchos aquí comparten su experiencia", confesó McCurry al reencontrarse con ella. Según su hermano, Kashar Khan, Sharbat y su familia huyeron de Afganistán durante la invasión soviética debido a los ataques constantes.

El impacto de la fotografía no fue inmediato para Gula. Cuando vio la imagen que había dado la vuelta al mundo, se sintió avergonzada, pues llevaba un chal con agujeros, quemado por el fuego. Para ella, esa imagen no tenía el significado que tuvo para millones de personas alrededor del mundo.

La vida de Gula no mejoró mucho con los años. En 2017, fue detenida en Pakistán por obtener documentos de identidad falsos, en medio de una ola de arrestos y deportaciones de refugiados afganos. “Le dije a la policía que había hecho esa tarjeta de identidad por dos razones: para educar a mis hijos y para vender mi casa, lo cual no era posible sin una tarjeta de identidad”, justificó ante la BBC. Pasó una semana en prisión, hasta que fue liberada y trasladada a un hospital por problemas de salud.

La nueva vida en Italia

Pese a los ofrecimientos del gobierno paquistaní para quedarse en el país, Gula decidió regresar a Afganistán. Años después, en 2021, tras la toma del poder por los talibanes, solicitó asilo en Italia, donde el gobierno le ofreció protección.

Finalmente, llegó a Roma para comenzar una nueva vida, esta vez con la esperanza de ofrecer a sus hijos lo que ella nunca tuvo: educación.

En una entrevista con La Repubblica en 2022, Gula expresó su felicidad al ver a sus hijos asistir a la escuela en Italia, algo que les había sido negado en Afganistán. “Hoy puedo ayudarles a cumplir sus sueños. Mi hija quiere ser médica, y haré todo lo posible para que su deseo se haga realidad”, afirmó.

Aunque su vida estuvo marcada por la adversidad, Gula encontró en Italia un nuevo comienzo y, por primera vez en muchos años, pudo decir que era feliz.