Sin lugar a dudas el llegada del COVID-19 ha sido una de las grandes crisis que el mundo ha tenido que experimentar en los últimos años.
Bajo este escenario incierto, sumado al encierro y no poder estar en contacto físico con quienes queremos, los especialistas hacen un llamado a “flexibilizarnos” para poder lidiar con el estrés psicológico y la ansiedad.
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“Actualmente, la certeza y predictibilidad a la cual estábamos de alguna forma ‘acostumbrados’ como mandar a los niños al colegio, salir temprano de casa para llegar al trabajo, tomar el metro, por ejemplo, ha ido desapareciendo, lo que nos ha hecho darnos cuenta que eran pequeños privilegios que pasaban inadvertidos“, señaló Paula González Collado, fundadora y directora de Enea Coach, organización dedicada a la renovación de las personas desde el punto de vista de la inteligencia emocional.
Por su parte, el académico de la Escuela de Psicología de la Universidad de las Américas, Luis Pino, indicó que la ansiedad aumenta en situaciones de encierro.
“La palabra cuarentena hace referencia a una situación de aislamiento y encierro; es así como las personas pueden verse inmersas en una sintomatología que genere aburrimiento, ansiedad, abulia (falta de voluntad para hacer las cosas), desmotivación e irritabilidad”, explicó.
Para Pino, estos síntomas “se pueden traducir en comenzar a tener conflictos con nuestros más cercanos o a revivir conflictos que ocurrieron en el pasado y no tuvieron solución“.
Ser pacientes y tratarnos con cariño
Para tener una actitud positiva frente al encierro, la profesional de Enea Coach aconseja ser pacientes con uno mismo y tratarnos con cariño.
“Tenemos que aprender a darle espacio a nuestras emociones y comprender que es totalmente normal tener miedo, ansiedad, incertidumbre, angustia, pena y rabia. Dar espacio a nuestras emociones, al contrario de lo que se suele pensar, nos permite ser más resilientes y mantener la motivación para seguir adelante”, sostuvo.
En tanto, Pino agregó que es fundamental aceptar la nueva rutina y darle paso a la espontaneidad.
“Es positivo establecer espacios para ver televisión en conjunto, con el objetivo de conversar en familia y discutir en conjunto lo que está ocurriendo. Debemos comprender que lo esencial en este escenario es contenernos y volver a resignificar la solidaridad, ya que históricamente en nuestro país se ha atribuido y se ha señalado que la solidaridad, solo ocurre en ciertos espacios”, expresó.
Una forma de despertar “la compasión” con nosotros mismos y con la vivencia interna que experimentamos es meditar. Para ello, Enea Coach invita a incursionar en el Mindfulness, específicamente en la meditación R.A.I.N. (como lluvia en inglés) la que consta de 4 etapas que detallaremos a continuación.
R:
Tiene que ver con “Recognize” o reconocer. Examinar la emoción que estoy sintiendo en el momento. ¿Cómo se llama esa emoción o ese sentimiento?
A:
Viene de “Allow” o permitir. Dale espacio a esa emoción, déjala habitar tu cuerpo, sin juicio, sin intentar ignorarla o suprimirla. Permítele a esa emoción estar y entregarte su mensaje.
I:
Proviene de “Investigate” o investiga. Averigua en qué parte de tu cuerpo se aloja esta emoción, dónde la sientes en el cuerpo. Dónde es que duele, puede que la sientas en la garganta, o en el pecho, entre otros lugares. Cuando la tengas identificada, pregúntale a esa parte que está doliendo ¿qué es lo que necesita de ti?
N:
De “Nurture” o nutrir. Una vez que hayas escuchado lo que esa parte vulnerable necesita de ti, entonces, confórtala. Quizás necesita saber que la amas, o que aprecias todo su esfuerzo. Sólo entrégale amor, llevando tus manos a esa zona donde la sentiste alojándose en tu cuerpo.